- Introducción
Banco de México
En el cuarto trimestre de 2024, se profundizó la
debilidad de la actividad económica nacional al
registrarse una importante contracción respecto del
trimestre previo. Dicho comportamiento reflejó
retrocesos de las actividades primarias y secundarias,
al igual que un menor dinamismo de las terciarias. De
este modo, en 2024 en su conjunto la economía
mostró atonía.
A nivel regional, se estima que la actividad económica
habría experimentado una contracción en todas las
regiones.1 Desde una perspectiva sectorial, se
anticipa que la contracción en todas las regiones
durante el trimestre reportado habría respondido a la
caída de la producción agropecuaria y de las
actividades industriales, excepto la minería y las
manufacturas en el centro norte. Asimismo, la
disminución en el centro habría reflejado el
debilitamiento de algunos servicios, en particular del
turismo, y, al igual que en el norte, del comercio.
Como complemento del análisis de la actividad
económica regional en la coyuntura actual, el
Recuadro 1 explora las diferencias en el desempeño
de las regiones durante la desaceleración de la
actividad económica nacional observada desde
finales de 2023. Todas las regiones experimentaron
un debilitamiento de la actividad durante ese
periodo. Sin embargo, su intensidad varió según el
desempeño sectorial y la estructura productiva de
cada una. Mientras que las regiones centrales
presentaron un comportamiento más similar al
nacional, la desaceleración fue menos pronunciada
en el norte y más marcada en el sur debido
principalmente a factores específicos de cada región
que influyen en su desempeño más allá de su
composición sectorial. En el contexto del cambio
climático, el Recuadro 2 analiza el impacto de la
exposición a temperaturas extremas en las horas
trabajadas por los individuos. Los resultados indican
que una mayor exposición a temperaturas inferiores
a 10°C o superiores a 35°C reduce el tiempo
destinado al trabajo, especialmente entre quienes
laboran en el sector informal. En el norte, se observan
las
mayores disminuciones asociadas con
temperaturas superiores a 35°C, mientras que en el
centro se observan los mayores decrementos
asociados con temperaturas inferiores a 10°C.
En todas las regiones, la inflación general anual se
redujo entre el tercer y el cuarto trimestre de 2024.
Este resultado reflejó la disminución de la inflación
subyacente y de la no subyacente. En el trimestre de
referencia, la reducción de la inflación subyacente en
todas las regiones estuvo influida por la trayectoria a
la baja en la inflación de las mercancías, cuyos niveles
se situaron por debajo de los observados al inicio de
la pandemia e incluso de sus promedios históricos. La
inflación de los servicios, por su parte, descendió
gradualmente en todas las regiones, con excepción
del sur donde se mantuvo relativamente estable
entre trimestres. A su vez, el descenso de la inflación
no subyacente reflejó la reducción de la inflación de
los energéticos y, de manera más moderada, la de los
agropecuarios, salvo en el norte. No obstante, la
inflación de los agropecuarios presentó en todas las
regiones una disminución más notoria en diciembre
de 2024 y sobre todo en enero de 2025, ante el
desvanecimiento de algunos de los choques de oferta
que habían elevado los precios de algunas frutas y
verduras. En febrero de 2025, la inflación general
anual de todas las regiones resultó inferior a su
promedio registrado entre 2003 y 2019, lo cual da
cuenta de que el episodio inflacionario derivado de
los choques globales se ha venido resolviendo.
Con respecto de la evolución de los precios en
algunos mercados de bienes y servicios finales, el
Recuadro 3 proporciona evidencia de que, desde
2023, en todas las regiones, las empresas que ofrecen
ciertos servicios al consumidor han reducido, en
promedio, la frecuencia con la que actualizan sus
precios, tras el aumento en las revisiones de estos
observado en los años posteriores al inicio de la
pandemia. Para enero de 2025, el tiempo promedio
entre cambios de precios es similar al registrado a
principios de 2019. Por su parte, en el Recuadro 4 se
analizan los posibles efectos de la contaminación del
aire sobre los precios de algunos bienes y servicios
relacionados con la salud. Las estimaciones sugieren
que la contaminación podría influir, aunque de
manera acotada, sobre los precios de productos
como los antinflamatorios y las consultas médicas.
Los índices de difusión que reflejan las expectativas
de los contactos empresariales entrevistados sobre la
demanda de sus productos, la contratación de
personal y la inversión en activos fijos para los
próximos doce meses continuaron anticipando un
crecimiento en estas variables. En el centro, los
índices de expectativas sobre la demanda y la
contratación de personal continuaron ubicándose
por encima de los observados en el resto de las
regiones. Con respecto de las expectativas de
inversión en activos fijos para los siguientes doce
meses, la señal más fuerte de expansión se registró
en el norte y las regiones centrales.
Las expectativas para los próximos doce meses sobre
los precios de venta, los costos salariales y los costos
de los insumos sugieren que, en todas las regiones,
las presiones inflacionarias continuaron siendo
menores que en los momentos más álgidos del
episodio relacionado con la pandemia y la guerra en
Ucrania. La mayoría de los directivos empresariales
siguió reportando que espera que estas variables se
incrementen a tasa similar o menor en los próximos
doce meses, en relación con los doce meses previos.
Los directivos empresariales entrevistados señalaron
los siguientes riesgos que podrían afectar el
crecimiento económico regional durante los
próximos doce meses. A la baja: i) que se deterioren
los indicadores de seguridad pública; ii) que las
políticas que pudieran implementarse en Estados
Unidos afecten el desempeño económico regional; y
iii)
que los niveles de inversión pública en
infraestructura a nivel estatal y federal sean menores
que los esperados. Entre los riesgos al alza, los
directivos entrevistados de todas las regiones
enfatizaron: i) que el gasto público, en particular la
inversión en obras de infraestructura, sea mayor que
el esperado, y ii) que se observen, tanto en el ámbito
local como internacional, condiciones más favorables
que incentiven una mayor inversión privada.
Las economías regionales continúan enfrentando un
entorno complejo e incierto que presenta desafíos
significativos para su crecimiento. Si bien se anticipa
que sigan expandiéndose, se espera que sea a un
ritmo moderado. En el ámbito externo, uno de los
principales retos es la incertidumbre derivada de las
tensiones comerciales con nuestro principal socio
comercial y sobre el tipo de políticas públicas que
pudiera implementar. En función de cómo
evolucionen estos factores, las entidades del norte y
las regiones centrales, que son las más vinculadas con
el
mercado
internacional,
podrían
verse
particularmente afectadas, al igual que aquellas que
históricamente han sido emisoras de migrantes. En el
ámbito interno, otro reto son los problemas de
inseguridad pública, ya que los directivos
empresariales de algunos sectores continúan
comentando sobre sus efectos en el funcionamiento
de sus empresas en ciertas áreas del país. A esto se
suman las afectaciones que los directivos
empresariales entrevistados perciben que representa
la posible materialización de eventos climáticos
extremos, como sequías, inundaciones y heladas, que
impactan de manera diferenciada la actividad
económica regional. Todo esto ocurre en un contexto
en el que las fuentes consultadas identifican el riesgo
de un menor flujo de recursos públicos hacia las
regiones ante la consolidación fiscal anunciada para
- No obstante, dicha consolidación contribuye a
mantener fundamentos macroeconómicos sólidos
que permitan a las economías regionales ser
resilientes ante los riesgos de carácter global y los
choques que se pudieran presentar.
Frente a estos desafíos, es fundamental continuar
fortaleciendo las fuentes internas de crecimiento y
generar condiciones favorables para la inversión. En
especial, resulta crucial seguir impulsando la
construcción de infraestructura. A su vez, promover
la
formación de capital humano fortalece la
competitividad de las regiones al aumentar la
disponibilidad de personal calificado. Desde el inicio
de la publicación de este Reporte, los directivos
entrevistados han señalado que es esencial
robustecer la seguridad pública y el estado de
derecho. Asimismo, dado el riesgo que representa el
cambio climático para las economías regionales,
resulta
importante implementar políticas de
mitigación y adaptación en las zonas y sectores más
vulnerables. Estas medidas no solo permitirían a las
regiones enfrentar los desafíos actuales, sino que
también fomentarían un crecimiento más inclusivo y
sostenible a largo plazo, mejorando con ello las
condiciones de vida de la población.




Deja un comentario