Investigador del Tec busca llevar la IA a los límites de la miniaturización en robots, sensores y más
- Luis Eduardo Garza Elizondo ha sido seleccionado como Google PhD Fellow, un reconocimiento internacional que distingue a jóvenes científicos cuyas investigaciones están transformando el futuro de la computación.
- El investigador busca llevar la inteligencia artificial (IA) a los límites de la miniaturización tecnológica: robots, sensores y sistemas embebidos que puedan aprender del entorno y tomar decisiones por sí mismos, sin depender de nubes de cómputo o centros de datos de alto consumo energético.
- Las posibles aplicaciones de esta tecnología son amplias. Desde robots industriales más seguros y adaptables, hasta dispositivos wearables de salud capaces de anticipar anomalías fisiológicas.
Monterrey, Nuevo León, México. Noviembre de 2025.- Desde niño, Luis Eduardo Garza Elizondo sintió fascinación por las máquinas. “Me encantaba ver cómo funcionaban todos los aparatos. Siempre quería entender qué había dentro”, recuerda. Esa curiosidad lo llevó a estudiar Ingeniería en Sistemas Digitales y Robótica en el Tec de Monterrey, donde posteriormente cursó la Maestría en Ciencias de la Ingeniería.
Hoy, mientras cursa su Doctorado en Ciencias de la Ingeniería, combina su labor como investigador con la docencia en el Campus Monterrey, donde imparte la materia Programación de estructuras de datos y algoritmos fundamentales.
“Lo que siempre me ha movido es el deseo de crear tecnología de alto impacto que mejore la vida de las personas. Me interesa que lo que hacemos desde la ciencia pueda traducirse en bienestar, en soluciones reales para la sociedad”, asegura.
Con el objetivo de crear algoritmos capaces de aprender y adaptarse en dispositivos tan pequeños como un microcontrolador, Luis Eduardo Garza Elizondo, investigador de la Escuela de Ingeniería y Ciencias del Tecnológico de Monterrey (EIC), ha sido seleccionado como Google PhD Fellow 2025, un reconocimiento internacional que distingue a jóvenes científicos cuyas investigaciones están transformando el futuro de la computación.
Garza Elizondo actualmente trabaja en el proyecto “Tiny Reinforcement Learning for Microcontroller-based Embedded Systems”, una investigación que busca llevar la inteligencia artificial (IA) a los límites de la miniaturización tecnológica: robots, sensores y sistemas embebidos que puedan aprender del entorno y tomar decisiones por sí mismos, sin depender de nubes de cómputo o centros de datos de alto consumo energético.
“Siento una gran emoción y también el reto de ser parte de una comunidad científica global que impulsa la frontera del conocimiento”, comparte Garza Elizondo. “Este reconocimiento me confirma que voy por el camino correcto: el de desarrollar tecnología de alto impacto que realmente ayude a las personas.”
Una inteligencia artificial más eficiente y sostenible
En un mundo donde los modelos de IA más avanzados requieren granjas de servidores, enormes cantidades de energía y entrenamientos multimillonarios, el proyecto de Garza Elizondo propone una alternativa radical: Tiny Reinforcement Learning (TinyRL), un paradigma que permite ejecutar algoritmos inteligentes en entornos con recursos extremadamente limitados.
“Hoy, los grandes modelos de IA están generando un impacto ambiental significativo debido a su enorme consumo de energía y recursos. Nosotros queremos demostrar que es posible crear modelos igual de eficientes pero mucho más sostenibles y accesibles”, explica.
El enfoque de TinyRL combina el aprendizaje por refuerzo, una rama de la inteligencia artificial que permite a los sistemas aprender por experiencia, con métodos matemáticos avanzados como los derivados del teorema de Kolmogorov-Arnold. Este enfoque permite que los algoritmos aprendan directamente en dispositivos embebidos, optimizando su memoria, procesamiento y consumo energético.
Garza Elizondo forma parte de un equipo de investigadores del Tec de Monterrey que trabajan actualmente en un robot terrestre que aprende a moverse y adaptarse a obstáculos sin tener conocimiento previo de su entorno: “Partimos de un robot que no sabe nada: no conoce sus sensores ni sus actuadores. Lo que hacemos es permitirle descubrir, a través de ensayo y error, cómo desplazarse, cómo sortear obstáculos, cómo llegar a un objetivo. Con el tiempo, el robot va aprendiendo por sí mismo y alcanza un desempeño óptimo”, explica.
Las simulaciones iniciales realizadas con agentes de aprendizaje por refuerzo muestran cómo el robot mejora progresivamente su desempeño, pasando de comportamientos erráticos a movimientos eficientes después de pocas horas de entrenamiento. En etapas futuras, el equipo implementará estos algoritmos en hardware real, con arquitecturas multi-microcontrolador que permitirán la colaboración de múltiples agentes en tareas compartidas.
El proyecto forma parte del núcleo estratégico de Industria 5.0 del Tec de Monterrey, que impulsa la creación de tecnologías centradas en el ser humano y en la sostenibilidad. A través de la convergencia entre inteligencia artificial, robótica y diseño de hardware, esta línea busca tecnologías más intuitivas, seguras y conscientes del entorno.
“Una de las innovaciones que estamos desarrollando es un enfoque poblacional: varios robots trabajando juntos para aprender más rápido y compartir conocimiento. Esto podría ser clave para optimizar procesos industriales, sistemas autónomos o incluso dispositivos médicos inteligentes”, comenta.
Las posibles aplicaciones de esta tecnología son amplias. Desde robots industriales más seguros y adaptables, hasta dispositivos portátiles de salud capaces de anticipar anomalías fisiológicas.
“Imagina un reloj inteligente que no solo mide tu frecuencia cardíaca o tus pasos, sino que pueda anticipar tendencias y alertarte sobre cambios significativos en tu salud antes de que ocurran. O robots de asistencia que puedan adaptarse a cualquier hogar, sin importar las condiciones del entorno”, apunta el investigador.
Detrás de cada una de estas aplicaciones hay un principio común: hacer que la inteligencia artificial sea más humana, eficiente y cercana a las personas.
El reconocimiento de Google a Luis Eduardo Garza Elizondo confirma el nivel y la relevancia de la investigación que se impulsa desde el Tec de Monterrey. Su trabajo ejemplifica cómo la innovación científica puede responder a los grandes retos tecnológicos y ambientales de nuestro tiempo.
Con este logro, el Tec reafirma su papel como una de las universidades globales más activas en la frontera de la inteligencia artificial aplicada y el desarrollo de talento con propósito.
Google PhD Fellowship: un reconocimiento de clase mundial
El programa Google PhD Fellowship, que este año celebra su edición número 16, otorgará más de 10 millones de dólares para apoyar a 255 investigadores de doctorado en 35 países, entre ellos México, con el objetivo de fortalecer los ecosistemas de investigación en regiones emergentes como América Latina.
Los becarios reciben financiamiento, acompañamiento de un mentor de Google y acceso a una red global de científicos en doce áreas de investigación que incluyen inteligencia artificial, aprendizaje automático, ciencias de datos, seguridad y robótica.
Desde su creación, el programa ha impulsado a más de 950 estudiantes de 227 instituciones en 44 países, quienes hoy lideran proyectos de innovación en academia e industria.
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Acerca del Tecnológico de Monterrey
El Tecnológico de Monterrey (http://www.tec.mx) es una universidad privada y sin fines de lucro, reconocida por su excelencia académica, innovación educativa y visión global. Fue fundada en 1943 y actualmente tiene presencia en 33 municipios de 20 estados de México, cuenta con una matrícula de 60 mil estudiantes de nivel profesional y posgrado, así como más de 27 mil alumnos de preparatoria. Acreditada por la SACSCOC desde 1950. Se ubica en el puesto #187 del QS World University Rankings 2026 y en la posición #7 en América Latina según el THE Latin America University Rankings 2024. Destaca también en empleabilidad global y programas de emprendimiento, siendo parte de redes internacionales como APRU y U21.
Acerca de la Escuela de Ingeniería y Ciencias del Tecnológico de Monterrey
La Escuela de Ingeniería y Ciencias (EIC) del Tecnológico de Monterrey es una institución líder en la formación de ingenieros y científicos en México y América Latina. Con un enfoque en la excelencia académica, la investigación de vanguardia y la vinculación con la industria, la EIC prepara a sus estudiantes para enfrentar los desafíos del siglo XXI y convertirse en agentes de cambio en sus comunidades.
Su estrategia de investigación está enfocada en ciencia aplicada y se centra en tres núcleos principales de investigación: Salud (Aplicación de biotecnología, nanotecnología, informática y electrónica para mejorar la salud humana), Clima y Sustentabilidad (Abordaje de problemáticas ambientales como el cambio climático y la transición a energías renovables) y Transformación Industrial (Implementación de tecnologías digitales, inteligencia artificial y procesos innovadores en la fabricación y cadenas de suministro). Estos núcleos están interconectados con tres iniciativas estratégicas: la primera, dedicada a la inteligencia artificial, la segunda a la nanotecnología y la tercera a los semiconductores. Para saber más, visite: https://eic.tec.mx/es




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