| Los procesos de selección flexibles y empáticos reducen sesgos, mejoran la experiencia de la persona candidata y permiten detectar habilidades reales más allá de una entrevista tradicional.La transparencia salarial y de expectativas es uno de los factores más valorados por el talento joven y profesional en México, y una de las prácticas con mayor impacto en la retención.La inclusión y diversidad en las empresas impulsa una cultura más justa y mejora la innovación y el rendimiento organizacional, según la experiencia de Fundación CTR y su programa Talento en Acción. |
| Ciudad de México, diciembre del 2025.- En un mundo laboral que evoluciona a gran velocidad, encontrar el trabajo de tus sueños no debería ser una cuestión de suerte, sino el resultado de procesos justos, transparentes e incluyentes. Actualmente las empresas tienen la oportunidad y la responsabilidad de transformar la forma en que conectan con el talento. La nueva generación de profesionistas busca además de un empleo, un entorno donde pueda crecer, sentirse valorada y construir un proyecto de vida. Para Javier Alexis Hernández, coordinador de programas educativos, como Talento en Acción, en Fundación CTR, esta transformación inicia con algo fundamental: abrir el panorama desde el primer contacto con las personas candidatas. “Un buen reclutamiento es transparente, claro y humano. Cuando las empresas comunican sueldos, expectativas y valores desde el inicio, no solo atraen al mejor talento: construyen relaciones honestas y duraderas”, afirma Hernández. En esta nueva era del capital humano, las empresas que desean destacar deben considerar cuatro pilares esenciales: 1. Procesos de reclutamiento más transparentes Publicar rangos salariales, detallar responsabilidades reales y aclarar expectativas desde el principio elimina barreras y genera confianza. La transparencia atrae a más y mejores personas candidatas, reduce tiempos de contratación, evita rotación y deserción laboral prematura. 2. Flexibilidad real en las entrevistas El talento no siempre brilla bajo presión. Tener más empatía con los tiempos y traslados, ofrecer opciones híbridas o virtuales y permitir que las personas se expresen con autenticidad fomenta un ambiente de respeto y disminuye los sesgos en la selección. 3. Compromiso con la inclusión y la diversidad Los programas de diversidad no deben existir solo en papel. Iniciativas para integrar personas con discapacidad, talento junior o senior, mujeres en puestos directivos y comunidades subrepresentadas, fortalecen la cultura organizacional y mejoran los resultados de negocio. La inclusión ya no es un diferencial: es un estándar. 4. Espacios donde las personas puedan desarrollarse Mentorías, capacitación continua y rutas claras de crecimiento son aspectos clave para que alguien considere un empleo como su lugar ideal. Las empresas que invierten en el desarrollo profesional de su gente construyen equipos fuertes, motivados y leales. Fundación CTR, a través de su programa Talento en Acción, trabaja de la mano con empresas para impulsar buenas prácticas que permitan que más personas accedan a trabajos dignos, sostenibles y alineados con su propósito. Como señala Javier Alexis Hernández: “Cuando una empresa abre las puertas a la transparencia, la diversidad y el desarrollo, no solo ayuda a que alguien encuentre el trabajo de sus sueños… también se convierte en la organización donde cualquiera querría trabajar”. En un país lleno de talento, el siguiente gran paso está en crear procesos más humanos y entornos laborales saludables donde cada persona pueda brillar. Las empresas tienen la llave para transformar vidas y, al mismo tiempo, su propio futuro. |




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