| El guion institucional se proyecta para el 2026 |
La historia de la semana no se basa en el código, sino en la claudicación de la vieja guardia. Cinco acontecimientos confirman que la integración ya no es una opción, sino una necesidad de negocio.El arrepentimiento de Vanguard: El gigante de 11 billones de dólares ha revertido su larga postura escéptica. Sus 50 millones de clientes ahora pueden negociar ETFs y fondos con exposición a BTC, ETH, XRP y Solana. Es un reconocimiento formal de que el barco cripto navega sin su permiso.Bank of America se sube al tren: BofA autorizará a sus 15.000 asesores a recomendar asignaciones de 1% a 4% en cuatro ETFs spot de Bitcoin a partir de 2026. Este paso elimina barreras previas, forzado por la presión de inversores tolerantes a la volatilidad.Fusaka: La promesa de la escalabilidad de Ethereum: Mientras los bancos compran, Ethereum se enfoca en la eficiencia. La red se prepara para el upgrade Fusaka que implementará PeerDAS, logrando hasta 8x la escalabilidad en rollups de Layer 2.Tether y Tron: La inyección silenciosa de liquidez: La demanda de stablecoins es incesante. Tether emitió 1.000 millones de USDT en Tron, superando a Ethereum en suministro total en 2025. Históricamente, estas inyecciones de reserva han precedido rallies en Bitcoin.La «exención de innovación» de la SEC: El regulador lanzará esta medida en 2026, permitiendo a firmas probar productos DeFi con regulación aligerada. Es el intento tardío de EE. UU. por recuperar la innovación que su propia represión había desplazado al exterior.El cinismo de la semana:MSTR no se vende, se valida: La compra de 60 millones en acciones por Tidal Investments contradice los rumores de ventas de BTC.Ethereum en modo HODL: La red ha entrado en fase de acumulación, y los grandes inversores ya están cosechando ganancias en ETH. |




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