Con total impunidad y en plena contingencia ambiental estas quemazones se realizan de manera incontrolada en varias pares del municipio de Cuautitlán Izcalli.
No nos desgarremos las vestiduras, ni salgamos con trinches y palos a sacar de palacio municipal al flamante edil, taekwondoin y medallista olímpico Victor Estrada Garibay. No, esto no es de ahorita. La autoridad ha permitido y en su omisión alentado estas lesivas quemazones desde que el municipio tiene memoria.
Recuerdo con claridad mi primer trabajo en el Periódico de Izcalli. Verdecito -aún en la carrera de periodismo- recuerdo con claridad ver una columna de humo enorme que provenía de Atlamica, viviendo relativamente cerca de ahí me lancé con camarita en mano deseoso de perseguir la noticia, y así fue al llegar tremendas flamas y humo, pero para mi sorpresa los vecinos se molestaron al ver que yo tomaba fotos y hacía preguntas.
Hice mi nota con poca información y con fotos poco claras (1999, antes de la llegada de las cámaras digitales de alta resolución). Aun recuerdo llegar a la redacción con mi nota y ser recibido con amabilidad pero con un poco de pena. Mi amigo Ángel Abel Gutiérrez. Tuvo la amabilidad de publicar mi nota, inmerecidamente debo decir, pues como el me explico, no son incendios, sino quemazones y son la norma, más que la excepción.
La pregunta feliz: ¿Por qué si yo tiro un arbolito que me esta quebrando la banqueta aparece la policía ecológica en un santiamén -hasta tránsito se puede parar a llamar por radio a la autoridad correspondiente- pero si alguien hace una gran quemazón pasan inermes las patrullas y a todos nos toca fumarnos el «humito»?
Estas fotos recién las envía la ciudadana izcallense Claudia Valencia a la que le tocó llevarse el susto -y la intoxicada- en plena contingencia, no uno sino dos días seguidos. La primera vez en La Piedad y la segunda junto al Soriana de la Primero de Mayo. ¿No es obtuso y aberrante? Literalmente miles de personas tuvieron que modificar drásticamente sus tiempos y trayectos para apaciguar a dios IMECA pero cualquier fulano puede realizar sus barbaries que producen mas CO2 y otros contaminantes que cientos de autos y quedarse impune ante la mirada complaciente de la autoridad.
Quizá sea yo muy ignorante al respecto y esté condenando una actividad vital para la economía y con mínimo impacto ambiental pero, ¿saben que? sinceramente no lo creo.