“Me siento muy tranquilo en la Ciudad porque tenemos una extraordinaria jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum.
¡No estás sola, no estás sola, no estás sola…!”
De esta forma, Andrés Manuel López Obrador mostró su apoyo a la gobernante capitalina de quien dijo que, “hay veces que la maltratan mucho los grandulones abusivos…”
Decía el profesor y psicólogo, Wayne Dyer que “Si cambias la forma en que miras las cosas, las cosas que miras cambian…”
Esta frase, bien aplica en lo personal y me atrevo a decir que hasta para la política pues si haces las cosas de manera distinta, tendrás resultados distintos y efectivamente, en la Ciudad de México ya se ven los resultados distintos, pero, lamentablemente negativamente hablando.
Y es que, si retomamos las porras que AMLO le echó a Sheinbaum, entendemos que los grandulones y abusivos, son los ciudadanos que, en un momento mostraron su apoyo a Sheinbaum Pardo y mediante el sufragio la pusieron al frente de una de las ciudades más grandes del mundo.
Es lamentable que ahora se les llame grandulones y abusivos, a la ciudadanía que exige cuentas y resultados a una gobernante que, durante campañas electorales y concretamente, ante estudiantes del Tecnológico de Monterrey, “aseguró que durante el primer año de su administración se notaría una reducción de los índices de inseguridad” y hasta el momento todo indica que no cumplirá pues los secuestros en Ciudad de México pasaron de menos de diez casos en los primeros cuatro meses de 2018 a más de veinte en el mismo periodo del 2019, lo que representa un incremento del 271 por ciento, según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública por lo que se estima, que de mantenerse este ritmo, los secuestros en la capital llegarían hasta los 78 a finales del 2019.
De igual manera, los delitos que más se cometen en la capital como el asalto al transporte público, a transeúnte, a casa habitación entre otros, como el robo a vehículo y narcomenudeo, se han disparado de manera considerable y no hay cifras que corroboren lo contrario por lo que, la gobernante que concentró y capitalizó el hartazgo de los chilangos debido a las torpezas del gobierno anterior, está dejando mucho que desear, no sólo por la nula acción en materia de seguridad ciudadana, sino porque, tal parece que está viendo las cosas de la misma forma que el gobierno anterior y por ende, las cosas no cambiarán y lo grave, es que van empeorando.
Ante esa realidad, es increíble que muchos piensen que apenas van 6 meses de gobierno y que es muy pronto que se vean resultados favorables pero, pensar así, es ver las cosas de manera mediocre pues se supone que los gobernantes actuales llegaron con un proyecto integral de trabajo y tienen experiencia administrativa y de gobierno, por lo que, justificarlos con el argumento de que van iniciando, es una visión conformista y poco democrática que sólo una persona que no camina las calles de esta ciudad, puede tener y si no, pregunten a cualquier usuario del transporte público de cualquier ruta o a un transeúnte si no camina con miedo.
Por ello, es lamentable que un partido que se envolvía en la bandera de la izquierda y las causas sociales y que ahora tenga la oportunidad de gobernar, no sea capaz de sacar al país del despeñadero, y lo peor de todo, es que aun con esos pocos ejemplos que cito en este espacio, aun exista gente que ciegamente sigue creyendo en un proyecto que no se ve por ningún lado, en un plan de trabajo que en realidad no existe.
Lo bueno, es que, Sheinbaum no está sola, decía López Obrador, pero no dudo que, al término del sexenio capitalino, los aspirantes a suceder al presidente, se tengan que deslindar de la jefa de gobierno por los pésimos resultados que hasta la fecha le ha ofrecido a esta ciudad que carece de ley de seguridad y de una figura que mandata la misma constitución capitalina como lo es el Concejo Judicial Ciudadano y sobre todo, que carece ya, de los programas sociales que siempre caracterizaron a la Ciudad de México y que, por su efectividad, se replicaron en todo el país. Pero, en fin, estos son daños colaterales ocasionados por votar en cascada y sin diferenciar el sufragio y dicho de una forma muy chilanga, esto nos pasa por votar a lo güey.
Twitter: @DON_DANY