
No es ningún secreto el encono que «el payaso tenebroso» generó contra el presidente López Obrador después de arrancar su gobierno. No es ningún secreto, tampoco, que Brozo fue uno de los pocos valientes que le abrieron un espacio en la televisión al mismo Andrés Manuel cuando había un bloqueo expreso y patente en los medios televisivos y radiofónicos contra él, durante sus diferentes campañas presidenciales.
Parecería lógico pensar que Andrés Manuel, llegando al poder, fue malagradecido y no le soltó «el chayote» a Victor Trujillo. Después de todo, esta es la forma más común como «los políticos» agradecen a quien les ha sido leal, y, en este caso, a quien se puso en la línea de fuego en favor de su proyecto en cierto momento.
Como es el caso también, de manera frecuente, cuando un político traiciona al periodista que lo apoyó, este último le recuerda porque ostenta «el cuarto poder» y comienza el golpeteo. Un momento clave fue el programa de brozo donde acusó que «la mañanera» era un montaje y posteriormente acusaba, palabras más, palabras menos: Yo lo ayudé a subir, pero ahora es gobierno y al gobierno hay que critcarlo.
El agua de los camotes
Lo que no calculó Brozo fue que, en esta ocasión no estaba golpeando a un alfeñique que subió por dedazo al poder, sino al presidente mas querido por la población desde Salinas (en su primer trienio), además, al comunicador más hábil que haya tenido la política mexicana en décadas.
Andres Manuel no es solo un presidente popular, es, en si mismo el medio de comunicación mas potente del país, capaz de ponerle cara a todas las grandes casas que han dominado por muchos años y salir, de cada encontronazo cada vez mas fortalecido ante la opinión pública.
El prau prau
Ya cayó el wonder boy Loret de Mola, ahora cae Brozo. Pataleaba en aquel momento Loret grande que su hijo había sido «vetado», otros más gritaran lo mismo sobre Brozo, lo cierto es que el presidente utilizó algo más poderoso que la dichosa «llamada maldita» -con la cual salieron del aire, en su momento, Nino Canún, Gutierrez Vivó y Carmen Aristegui’- no, ni siquiera fue necesario. Simplemente generó un producto mas vendible a una gran mayoría del público y del otro lado Loret y Brozo cavaron su tumba al tratar de vender un porducto que la gran mayoría no quiere, el ataque al presidente.
Factum Est.