Ya han pasado varios años desde que me vengo preguntando cuales son aquellas cosas que nos hacen decirle al mundo y a nosotros mismos que somos mexicanos. Me pregunto si además de los bellos lugares, la buena comida y la compañía de nuestros seres queridos, hay algo más que nos haga vibrar por los colores y símbolos de nuestra patria.

Y quizá la respuesta a veces llega oculta entre libros e historia, al ver como México se ha sobrepuesto una y otra vez ante conflictos que parecían ser más grandes que él, al leer y conocer mujeres y hombres que demostraron que su entereza es tan grande como el corazón de su gente y mayor que cualquier miedo.

Si bien es cierto que el país se encuentra atravesando una de sus peores crisis económicas. Creo que la crisis de identidad puede ser más grave que cualquier otra porque te imposibilita de creer que lo que estás haciendo trascenderá y entonces el desánimo parece pagar mejor. Pero si hoy dejáramos de conformarnos y cavásemos en los campos de la historia de nuestros antepasados, encontraríamos que como mexicanos compartimos un destino fuera de serie, más emocionante y envolvente que cualquier serie o película que hayas visto en esta cuarentena, te lo garantizo.

Por otra parte, también es necesario reconocer que la incertidumbre en el sector de la ciencia y la educación hoy es una realidad, pero es justamente esta época la que me recuerda que para pelear a veces no sólo se requiere de armas sino de estrategia. Que hay un punto en que el poder de las ideas se sobrepone por encima de cualquier poder bélico y que esta pandemia ha sido un claro ejemplo de ello.

Por lo que ser estudiante o científico mexicano no sólo debería representar un compromiso, sino un honor. Y que permanecer en nuestro suelo y servir con nuestro talento en vez de abandonar al país debería ser visto como un verdadero acto heroico.

Por estas y otras razones creo que hacer memoria de nuestras raíces y del compromiso que nos une será una parte fundamental en nuestra reconstrucción social y económica. Y por lo que seguirá valiendo la pena afirmarle al mundo que somos mexicanos.