HABLEMOS DEL “OPIO DE LOS PUEBLOS” Y OTROS ASUNTOS ESPINOSOS

Mas… turbaciones mentales. Serie semanal.

Por Gilberto Castrejón Doctor en Filosofía de la Ciencia
Por Gilberto Castrejón
Doctor en Filosofía de la Ciencia
Twitter: @gil_castrejon

Religión s. Hija del Temor y la Esperanza. Vive explicando a la ignorancia la naturaleza de lo Incognoscible.” Palabras de Ambrose Bierce en el Diccionario del Diablo, y que precisamente tocan un punto del que quisiera hablar. Tengo, como todos nosotros, amigos y familiares creyentes, y curiosamente muchos de ellos piensan que soy ateo, lo cual es una falsa percepción; en términos de creencias, difícilmente podría considerarme ateo, pues para mí el problema de aquello de lo que creo no puede formularse en apego a una religión, o en términos de postular la existencia de “un Ser superior”. Más bien soy agnóstico, y por tanto dejo a un lado el problema de si existe o no un Ser supremo, de si el mundo fue o no creado por éste. Decía el gran teólogo Hans Küng: «porque deseo tomarme la Biblia en serio, es que no puedo interpretarla literalmente…», nada más cierto para un libro hermoso, y claro: prescriptivo y de ficción. Negar las posibilidades de la fe sería una total estupidez, sin embargo, eso no significa que lo que dice la Biblia sea Verdad, sí, con “V” mayúscula; como tampoco podría afirmar que lo que dice la ciencia, todo es Verdad, ésta sólo habla de hechos demostrables; acaso hechos como cualquier manifestación inexplicable, dígase en términos religiosos: milagros. El hecho existe, no puede negarse, pero no significa “presencia divina”, es decir, el que se suscite algo como “un milagro”, no necesariamente implica que su explicación sea una muestra de “la presencia divina”. Para un agnóstico precisamente no es posible acceder al conocimiento de lo divino, si es que tal conocimiento y Ser superior existen. Por ello, atendiendo a la cita de Bierce: la religión pretendería explicar lo incognoscible. Kant diría en la Crítica de la razón pura, que el problema ontológico de la existencia de Dios, problema clásico de la metafísica, no es un problema de la ciencia, y por tanto, carece de sentido y de posible explicación. Resulta así innecesario y absurdo discutir con el creyente.
Finalmente, cada quien puede creer en lo que quiera, tener la religión que desee; si la religión le ayuda a solventar el “peso de la existencia”, estupendo, aunque uno de los problemas que veo, y los hay muchos, es que, por definición, las religiones deben contribuir a acercar a los hombres, y en la realidad esto no es así, lo veo incluso en mi propia familia, y lo vemos todos al observar la historia y las disputas basadas en creencias religiosas. Para muchos sociólogos, sobre todo funcionalistas, la única importancia de la religión en las sociedades, radica en su función de ser “contenedora de almas”, de ayudar a mantener una cierta estabilidad, aunque al plantear la posibilidad de que pueda existir una sociedad secular, ¿cuál sería la importancia de la religión?

PD Si se acepta mi opinión, de entre todas las religiones, para mí la peor es la Católica, judíos y musulmanes a veces me exasperan, aunque podría decir que aun así respeto a estas tres religiones, pero quizá respeto más a las religiones orientales o de cualquier tipo arcaico y/o aborigen, y además, los protestantes de tipo cristiano sólo me dan ternura jejeje.

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