
Hace unos días, los diputados federales, aprobaron la Ley Federal de Derechos, la cual contempla incrementar las cuotas de los servicios de la telefonía celular e internet beneficiando con ello, a los grandes empresarios que brindan dichos servicios, y en contraste, representó un golpe más a la economía familiar.
Para empezar, muchas familias tuvieron que gastar para comprar una computadora ya que, de acuerdo a estudios, de los usuarios de internet en México (80.6 millones de usuarios), sólo el 44% dispone de una computadora mientras que el resto de los usuarios, tiene acceso a este servicio a través de un teléfono celular.
Los datos anteriores, son únicamente de aquellas personas que cuentan con internet, pero es la gran mayoría de la población en general que no tiene acceso a estos equipos y servicios, pero, en lugar de hacerlos más accesibles, la Cámara de Diputados con la mayoría aplanadora del partido en el gobierno, decidió incrementar las tarifas.
Con lo anterior, el Poder Legislativo no sólo agrandó la brecha del acceso a internet para aquellos estudiantes que no cuentan con el servicio debido a problemas económicos, sino que, además, a los escolares que ya contaban con el servicio, se les dificultará más mantenerlo por el aumento en sus tarifas pues muchos internautas de entre 6 a 14 años, en su mayoría deben abonar tiempo aire para obtener acceso a sus clases en línea pues no cuentan con un plan tarifario, situación que, incluso viola el Artículo Tercero de la Constitución que dice: “Toda la educación que el Estado imparta será gratuita…” gran detalle que no tomaron en cuenta los legisladores con el fin de no hacer enojar a las grandes empresas.
Por si fuera poco, en agosto del presente año, de acuerdo a un estudio que compara a los 30 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México ya había sido el país peor calificado en educación en línea, especialmente por el alto costo de acceso a internet y la falta de computadoras en los hogares.
Dicha calificación reprobatoria se dio luego de un estudio que realizó la consultora en educación en línea Preply en donde se muestra que “los mexicanos pagan 30.36 euros en promedio por el acceso a internet, costo similar al de naciones como Noruega o Austria.
Y para dimensionar este problema, en Canadá pagan un promedio de 22 euros por internet; en Dinamarca, 26 euros, y en Turquía, 15 euros, es decir, la mitad de lo que internautas pagan en México y, aun así, los diputados de Morena aumentaron todavía más las tarifas de telefonía móvil y el acceso a internet.
Lo anterior, echó abajo el discurso político y eslogan: “Primero los Pobres” con el que ganó esa institución política que una vez en el poder, se transformó y olvidó sus promesas y, en consecuencia, millones de mexicanos incluso, los que votaron por Morena, están pagando las consecuencias por emitir sufragios en cascada sin diferenciar su voto llevando con ello a varios ácaros, piojos y garrapatas a puestos claves en el legislativo.
¿Que acaso los legisladores no tuvieron tantito raciocinio para imaginar que, “entre más bajo sea el costo de acceso a internet, es mayor la población que se interesará en su educación en línea?
En fin, este es el México y el mundo al revés que, a pesar de todo este contexto y debido a la emergencia sanitaria por el Covid-19, millones de alumnos de preescolar, primaria y secundaria tuvieron que iniciar sus clases en línea y por televisión, pese a los rezagos en infraestructura de sus hogares, los nulos apoyos gubernamentales y la ceguera de los diputados federales.