
Maestro en Comunicación
Ya para que Andrés Manuel López Obrador, con la terquedad que lo caracteriza, reconozca que existen problemas internos en su partido, es porque en verdad las cosas no andan nada bien en esa institución política de reciente creación.
Algunos dirían que, en un partido político las disputas y los sombrerazos son normales y en lo particular, les doy la razón, pero el problema de fondo no es ese, pues el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) es un partido que apenas inició y llegó al poder mostrando otra cara y no la actual.
Lo malo y lo que agrava cada vez más embrollo partidista de esa institución, es que muchos siguen cegados y muy pocos de sus militantes han sido abiertos como para entender que Morena logró su registro mediante una serie de protestas y señalamientos en contra de los partidos políticos y malos gobiernos y, cuando lo lograron, no supieron ser distintos a esos partidos a quien tanto acusaban y lo peor, es que tampoco han sabido distinguir entre lo que criticaban y lo que en la realidad son.
Diría el propio López Obrador: “El poder atonta a los inteligentes y a los tontos los vuelve locos…” y creo que cuando dijo eso, estaba pensando en los dirigentes de su partido pues no hace mucho, el presidente en una de sus “mañaneras” se fue directo contra la dirigencia de Morena y sentenció que: “Es mucho pueblo para tan poco dirigente”, haciendo referencia al conflicto interno de Morena, que por cierto, llevan más de un año peleando por la presidencia nacional de este instituto político, periodo en el que se han evidenciado como iguales o peores a los partidos que odian.
Todo ello, también muestra a Morena como un partido que, aunque es el más joven de todos, ha envejecido a pasos agigantados y que, a unos años de su creación y triunfo, ya enfrenta los problemas de los partidos viejos o de instituciones sindicales arcaicas, así como de gremios que han vivido del erario sin empacho alguno.
Cada uno de estos problemas tienen nombres y apellidos y, sobre todo, intereses económicos y políticos pues en la actualidad, Morena se encuentra “pulverizado” en tres grupos que desde el 2018 se están disputando la presidencia y la secretaría general del Comité Ejecutivo Nacional (CEN).
Es decir, no se ha cumplido ni la mitad del mandato de López obrador, cuando ya al interior de Morena, se habla de la sucesión en 2024, por lo que muchos analistas han afirmado que AMLO ya lo ven como un estorbo al interior del partido que él mismo creó y que nunca pensó que sólo lo usarían para ganar y no para
jalar con él y trabajar o como ellos dicen, para transformar pero en fin, allá ellos y su Cuatrote…