
Maestro en Ciencias
Twitter: @MiguelngelOlv10
La falta de liderazgo y de formación de cuadros, que por años ha imperado en México, ha provocado que los anteriores presidentes de la República, no tengan un perfil de servidores de la Nación. Y que gente sin experiencia política, como Felipe Calderón Hinojosa que nunca ganó una elección de manera democrática, llegara al poder mediante un fraude electoral.
Andrés Manuel López Obrador es el único líder, con vocación de servicio que no descansa los fines de semana, y que se levanta de lunes a viernes a las 4 de la madrugada para asistir a las reuniones de seguridad, y los sábados y domingos visita los Estados, para supervisar avances físicos de las obras, así como para inaugurar obras y firmar convenios con los gobiernos estatales.
La gran pregunta es y cuando termine su mandato otra vez ¿seremos gobernados por gente que no tenga vocación de servicio? Recuerdo que cuando Vicente Fox llegó al poder, lo primero que dijo: “somos una comunidad de empresarios que llegamos al gobierno para hacerlo más eficiente”. La realidad demostró que esos empresarios, solo llegaron para servirse del pueblo, y hacer jugosos negocios a costillas del erario. Este anhelo de que los empresarios regresen a gobernar México, es lo que mueve al megalómano Gilberto Lozano que está construyendo su candidatura presidencial con manifestaciones y plantones logrando un protagonismo peligroso para la oposición.
Tan peligroso que hasta Ricardo Anaya regreso de su autoexilio en Estados Unidos y muchos representantes de la derecha se han deslindado de él. Incluso varias organizaciones civiles se han unido a Claudio X González y a Gustavo de Hoyos para hacer un movimiento alterno llamado «Sí por México» que según ellos aglutina a más de 100 organizaciones civiles.
Sin embargo, el discurso incendiario de Frena que sólo pide la dimisión incondicional de AMLO, sin importar que más de 30 millones de mexicanos votamos por él hace endeble el argumento. Además, si consideramos que convoca más gente un atropellado en el zócalo, que Gilberto Lozano en una manifestación de frena. Y que en las tiendas de campaña hay mucha gente inconforme, porque les prometieron una paga de 500 pesos por día y solo les pagaron 200 pesos y a otros, los dueños de las empresas, los obligaron a marchar. Todo esto, exhibe que los empresarios tendrán mucho dinero para financiar movimientos que simulan ser populares. Pero que no cuentan con el apoyo popular.
Pero lo más triste en el caso de Frena, es la ausencia de ideales, la enorme ignorancia y las contradicciones de muchos de sus seguidores, que cuando los cuestionan no saben que contestar. Por ejemplo, muchos se escudan en la religión y piden que le recen a la virgen de Fátima, que ayudo a evitar la entrada del comunismo en Portugal. Pero cuando les preguntas sobre el gran acercamiento del Papa Francisco con AMLO y del discurso del Papa en contra del neoliberalismo, dicen que el Papa Francisco es comunista.
Finalmente, recuerdo que, en la pasada campaña presidencial del 2018, cuando los empresarios se reunieron en los pinos con Peña Nieto, para pedirle que un candidato declinara en favor del otro, de común acuerdo. Ni Anaya, ni Meade cedieron. Porque sus ambiciones políticas fueron mayores. Este mismo error sigue cometiendo la oposición, ya que sigue fragmentándose antes de ceder a un gran líder que los aglutine, por esa falta de liderazgo que impera en México. Porque para ser líder se debe tener ideales, ser congruente con los ideales, amor a la patria, pero sobre todo una gran vocación de servir a la nación. Y eso, ¡¡¡no cualquiera Señores!!!